No soñarás flores
de Fernanda Trías en NarrativaUna mirada turbia, torcida, nos muestra siempre el lado más oculto de lo cotidiano. Extrañeza en la que Trías se inserta naturalmente y se proyecta con una voz propia, reconocida como una de las más relevantes de su generación. Aquí hay gente que mira la muerte de cerca, la examina, la huele. Personajes —chicas, casi siempre— que vagan por el mundo solas, siempre de paso, con sus recuerdos y sus pérdidas, cicatrices que llevan como parte de un equipaje irremediable. Relaciones quebradas que son apenas el detonante de una búsqueda que siempre tiene que ver con la forma de decir las cosas, ese imposible que es la literatura.
Luis López-Aliaga y Diego Zúñiga
La destreza de Trías radica en narrar lo aparentemente inenarrable, las semillas del dolor, la temblorosa hazaña que es el apego a la vida. Y su pintura, que ocurre en las capas minuciosas de un hiperrealismo sensorial, no pierde en ningún momento profundidad sicológica. Al contrario, encuentra su fuerza simbólica en él, como cuando muestra las patas de dos bancos invertidos, que se ven en la madrugada lenta de un bar, como las ramas de árboles de invierno. (…) En No soñarás flores hay flores, pero su belleza es estéril, ha sido vencida en el plano real, pero subsiste como entelequia, como aroma, como la prueba última de que la descomposición es, al fin y al cabo, un destino inexorablemente humano.
Magela Baudoin y Giovanna Rivero