Psicoanálisis para máquinas neutras
de Sandino Núñez en EnsayoEn el capitalismo tardío la realidad ha dejado de ser el distante paisaje de los objetos o la enorme máquina del universo. Dio un paso más, que no deja de ser un paso menos. Ahora la realidad es el funcionamiento mismo del todo, y nuestra propia interfaz con ese funcionamiento global: la adaptación, la evolución técnica, la resonancia de lo real del cuerpo con el todo.
Si la definición de ideología se asociaba habitualmente con la frase marxiana de “no lo saben pero lo hacen”, hoy habría que completar esa frase: “no lo saben pero lo hacen, porque lo saben hacer (y por eso lo siguen haciendo)”. Ahora el problema no es el misterio de qué es o qué sentido tiene eso que hacemos (y que no sabemos), sino la certeza del propio saber-hacer, el saber técnico de nuestras prácticas sensorio-motrices expresable como un campo de conocimiento operacional objetivado (tecnología). La neutralidad de la técnica se ha vuelto directamente positiva.
El saber hacer técnico ahora se maneja y se potencia como un saber saber hacer tecnológico: la neutralidad de la interfaz y de las acomodaciones enactivas ya no se abstrae en la construcción de un mundo objetivo sino que se objetiva y se prolonga ella misma, explícitamente, como un sistema de conocimiento práctico directamente accesible al propio usuario en la forma de un prospecto, de un mapa o de una consola operacional.